La venda kinesiológica es un vendaje de algodón con adhesivo acrílico para pegarse a la piel.
Tiene las características de elasticidad y transpirabilidad.
Estas vendas se adhieren sobre la piel en aquellas zonas que presenten alguna lesión o molestia, ya sea sobre un grupo muscular, una articulación o áreas que presenten inflamación o mala circulación.
Existen diferentes técnicas de aplicación que se utilizan según el tipo de lesión a tratar. Por ello, en el vendaje kinesiológico tradicional lo más recomendable es que sea aplicado por un terapeuta o alguien que tenga conocimientos de las distintas técnicas y de las lesiones que se pretende tratar.
Los beneficios de usar la venda kinesiológica son muy variados. Entre los más importantes se encuentran los siguientes:
– Disminución de dolor
– Mejor circulación sanguínea
– Desinflamación
– Aumento o disminución de tono muscular
Cuando colocas la venda sobre tu piel, ésta, gracias a sus propiedades elásticas, forma unas ondas en tu piel llamadas convoluciones.
Estas convoluciones no siempre se aprecian a simple vista, pero son levantamientos en tu piel. Al levantar tu piel, la cinta genera más espacio en la zona del subcutis, donde se encuentran las arterias, los vasos linfáticos y los receptores nerviosos.
De ésta manera se reduce la presión en ésta zona y hay más espacio para que tu sangre circule mejor y para un correcto drenaje linfático. Al disminuir la presión en ésta zona también disminuye la sensación de dolor, pues los receptores nerviosos se liberan.
Aunque son los deportistas quienes más utilizan ésta técnica, puede ser utilizada por cualquier persona. De hecho, cada vez se utiliza más en terapias de rehabilitación física o en tratamientos preventivos.